Una temporada con la nada el piso de madera lustrado para nadie nadie llegando nadie despidiendose de nadie. 

Una rosa seca real, no metafórica, que yo le regalara para que no se fuera cuando ya se estaba yendo me da los buenos días al vacío. 

(Un nicho es mas siniestro .decia yo- que una tumba. Ya malo el pudrirse, peor sin tierra suspendido entre concreto, los gusanos mueren ahí dentro tambien, eventualmente ¿No? Es decir.)

La música del celular, Bach si no recuerdo mal, aun me da escalofríos cada tanto. A los sobrevivientes de los bombardeos, a los perros y a los veteranos de guerra en navidad les debe pasar eso pero peor.

La vulgaridad del abandono pegoteada (…que no ven que estoy todo cagado, pegajoso todo sucio, roñoso lleno de cosas muertas enfermo de la ausencia buena gente de mierda no quiero su bondad quiero su cuerpo antes cuando se desgarraba feliz sobre mi, bien llena de no muerte 

 Perdonen me pongo asi cuando me pudro. vuelvan

Visitantes bien intencionados buenos gourmets de mi apatía, turistas ajenos de un infierno propio siempre citado y nunca compartido… vayanse, si yo no estoy aca  sabe dios con quien hablaban, no conmigo, yo estoy muerto váyanse por favor
no se vayan,

no me dejen aca

solo

vuelvan

Fotógrafos del buitre de tu ausencia 

de ya no estar

peor aun

 de haber estado

vuelvan

perdonen me pongo asi cuando me pudro 

vuelvan 

por favor no se vayan, 

no me dejen aca

solo     

la obscena ausencia tuya reventada 

en cada sitio que te reclamaba 

sentadito en el suelo dando risa  pena
como     Sandrini

panóptico de cabotaje una uva pasa 

y antes bien que pedías mas y no alcanzaba

presa facil de mustias decoradas 

como una periodista de TV haciéndose la conmovida 

esas sensibilidades de puro capricho y desconcierto

como quien se ríe de un chiste que no entiende

 

cuando esto no era un nicho,
yo era un trueno entonces 

y su piedad les hubiera costado la cabeza